Frente al ordenado me voy preparando un té con limón. Tweetdeck abierto y música de fondo con Spotify. Chequeo el correo, un tweets interesante, leo, guardo en Delicious y retweetteo. Tengo una actualización pendiente en el blog, busco información y mientras abro Facebook, varias fans pages por actualizar y dejo el blog para otro momento. Entra un tweets de los buenos y parece que hay un streaming ¡me gusta! buen tema este. Pausa para Spotify, escucho la conferencia, busco el hashtag y lo agrego a Tweetdeck…
¿ya son las 13h?….. ¡Dios mimo! se pasó la mañana volando.
Interactuamos con más de una persona, página y programas a la vez. Cientos de cosas que vemos y hacemos, y a veces no paramos más de cinco minutos en ninguna de ellas. Entramos y salimos, leemos y guardamos o borramos según nos parece. ¿Cuántas páginas guardamos para leer después?…. y si a esto le añadimos que cada día son más las horas que pasamos surfeando por la red.
Estamos rodeados de tecnología y de información, y cada día acceder a Internet desde cualquier lugar, resulta más fácil. Todo esto ha dado lugar a que nuestra forma de actuar haya cambiado, aunque seguimos siendo los mismos, nuestra forma de HACER ya no es igual.
El neurofisiólogo del Neurocom de la Universidad de A Coruña y experto en neurociencia computacional Xurxo Mariño reconoce que la tecnología y la cultura modelan el cerebro. Pero no olvidemos que la sociedad siempre ha estado expuesta a cambios importantes como la aparición de la imprenta, la TV, etc.
¿Estamos perdiendo nuestra la capacidad de concentración?…
Es posible, que durante un tiempo perdamos esta capacidad de concentración y posterior reflexión en lo que hacemos. Sin embargo, nuestra capacidad para procesar información y aprender, se dispara, nuestras mentes, están mucho más abiertas y expandidas que antes gracias a la información que nos llega, y a las personas que vamos conociendo en el camino.
Aunque todos en algún momento nos hemos sentido «atrapados por la red» el crecimiento y enriquecimiento personal no depende de una vida Online, sino de la unión Offline y Online, porque en definitiva, vida solo tenemos una.
La clave, siempre está en saber dónde está el límite, tener la suficiente capacidad para aprovechar las nuevas tecnologías sin llegar a sentirnos atrapados por ellas.
Tan importante es hoy día estar conectados, como saber desconectar.






